Hay una expresión estadounidense que se usa para el béisbol y que perfectamente puede aplicarse a la situación actual en este país: “No se acaba hasta que se acaba”.
La elección del martes ha sido una noche intensa, un carrusel de emociones electorales y ayer ese carrusel continuaba. Probablemente seguirá hoy o mañana.
Hay dos cosas claras. Una, que hay que contar hasta el último voto que llegó por correo o por voto adelantado -una modalidad bastante usada en esta elección- y eso parece estar favoreciendo a Joe Biden en los seis estados claves para el conteo: Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Georgia, Carolina del Norte y Nevada.
Una combinación matemática compleja que aparentemente puede favorecer a Biden, pero que tampoco hay que descartar un triunfo del presidente Donald Trump.
Los resultados de Wisconsin y Michigan podrían estar hoy pero Nevada aparentemente empezará a contar el voto por correo hasta mañana. Sin embargo, la tendencia parece empezar a inclinarse por Biden.
Estados llave.
Tanto Wisconsin como Michigan se veían seguros para Biden. Pero la cosa no pinta bien. Donald Trump podría desafiar legalmente los resultados y ayer escribía en su cuenta de Twitter: “Están encontrando votos de Biden por todas partes: en Pensilvania, Wisconsin y Michigan. ¡Qué mal para nuestro país!”
Para ilustrar el problema, una muestra: el secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger decía ayer al mediodía que quedan alrededor de 200,000 boletas y entre 40,000 y 50,000 votos anticipados que quedan por contar.
“Cada voto legal será contado”, decía Raffensperger.
Y el gobernador de Pensilvania, Tom Wolf, decía algo parecido: “La promesa de la democracia es que cada voto cuenta, esa es la promesa de la democracia desde 1787, y mi intención es que aquí en Pensilvania se mantenga esa promesa”.
“Los votos van a ser contados y contados con precisión”, insistió Wolf.
Lo que incomoda a Trump.
Por semanas, Biden alentó a los estadounidenses a votar adelantado o por correo para evitar aglomeraciones y contagios por la pandemia del coronavirus.
Trump cuestionó esos llamados y hasta quiso evitar ese derecho de los estadounidenses. Pero cortes estatales le dieron la razón a los votantes. El problema es que los estados tienen diferentes formas de hacer el conteo y por eso el retraso en los resultados.
Lo único que queda entonces es esperar. Probablemente el viernes habrá una definición clara de las elecciones estadounidenses y luego habrá que ver si Trump extiende la zozobra con demandas legales.
El dato
Como pasó en 2016 con Hillary Clinton, Biden puede ganar el voto popular y perder si no consigue los votos electorales requeridos para ganar la Casa Blanca.